miércoles, 31 de octubre de 2007

Tu Calma, Mi Calma



Me gusta cerrar los ojos y pensar que todo va bien, sentir que viento cálido sopla por mi mejilla y ver el cielo limpio, las nubes se fueron y solo queda el sol, sonriente, feliz.

Me gusta tener las manos libres, para sujetarme de lo que este a mi lado si es que el viento sopla y yo caigo. Por que siempre hay algo a nuestro lado.
Me gusta no tenerlas amarradas, para poder coger un lápiz y poder plasmar mis ideas en lienzo o papel.

Me gusta ver en tu cara una sonrisa franca, por que me demuestra que por dentro estas cálido. Y eso es bueno.

M gusta ver tu pelo suelto, por que demuestra que eres libre en cuerpo, y alma.

Me gusta cuando me acaricias por que me calma, mi alma descansa. Pero cuando te vas, tengo que cerras los ojos, sentir el viento, imaginar el cielo e imaginarme segura y libre.
Me gusta la seguridad que me das, aunque sea por unos instantes, hasta que me dejas y yo quedo aquí buscando paz, buscándote.

lunes, 22 de octubre de 2007

Al cielo contigo


Hazlo lento para que yo lo disfrute. Así es; despacio.

Tócame como lo hacías antes, tu mano de lujuria santa. Recorre mi piel centímetro a centímetro, que tu mano apriete mi piel, fuerte pero suave.

Méceme en ese exquisito vaivén, seamos como las olas del mar, que llegan a la playa unidas.

Sí, sigue despacio, convénceme de que eres sólo mío y yo sólo tuya. Que siempre fue así y que así será.

Bésame y saca con tu lengua todo lo negativo que pueda salir, y que esto siga.

Quítame la ropa que me queda, mientras yo te saco la tuya.

Somos dos en uno, sin nada que ocultar, pero mucho por decir…

Pero sigue, no te detengas. Vamos hasta el final, pero no te aceleres, lento… como me gusta.

Llega al cielo y mantente que ya llegaré yo. ¡Que sabroso es estar arriba! Me quedaría aquí por siempre, contigo, los dos… Pero bajemos que mucho dulce termina hastiando; ahora abrázame y bésame. Di que me quieres, y quédate conmigo, por lo menos hasta que se acabe este cigarro…

domingo, 21 de octubre de 2007

Búsqueda

Pobreza de espíritu es lo que tengo ahora. Lo material no sobra, pero tampoco falta.

Quiero amor, amor es lo que tengo, pero tan lejos, tan frio que es como si no lo tuviera. Tantos errores que han comenzado matando ese sentimiento tan lindo que nació sin avisar, sin querer que naciera, fue un hijo no deseado, pero aceptado e incluso mimado.

Tan mimado que salió malcriado. Chilló, pataleo y gritó, pero nada pudo hacer para que mejorara. Y se convirtió en un mal amor, un dolor que es como espada en el pecho, un nudo en la garganta que cada vez presiona más. Y aprieta y aprieta hasta que te ahoga.

¡Déjalo! Me dicen algunos, pero no puedo, ya es parte de mi y yo de él. Es mi hijo, nuestro hijo, nació de nosotros dos. Del roce de nuestros labios, de su piel y mi piel, de nuestros cuerpos unido en el cielo terrestre.

Amor que me mata poco a poco y que se suicida, tonto de celos, rencor y venganza.

Alegrías es lo que necesito, alegrías es lo que tengo, pero no las veo. Las tristezas son más fuertes, se anteponen a ellas y van hundiéndome cada vez más. Caigo, caigo en un vacío, porque mi alma es el abismo, ¿Por qué no encuentro algo que la llene? Sí lo tenía, pero lo que me sació, hoy es lo que me vacía cada vez más.

Amigos es lo que necesito, amigos es lo que tengo. Sí, tengo amigos, pero cada vez se van más y pocos son los que me quedan. Los leales, los que me quieren. Alejados pueden estar sí, pero ahí están cuando los necesito. Si, ahí están y debo agradecer por eso.

Ver las cosas es lo que necesito, valorarlas y eso es lo que no hago. Es lo que tengo que aprender. Pobreza de gratitud es lo que afecta. Es lo que tengo que mejorar y desarrollar. Saber ver, a tiempo, cuanto valen las personas, sus actos, sus miradas, sus abrazos, sus palabras. De creer que me quieren y hacérselos saber. De no malograr todo cuando todo está en su cumbre y bajarlo bruscamente, muerto, como nunca quise que estuviera.

Aprender es lo que necesito y aprender es lo que tendré que hacer de ahora en adelante.